Te dejo mis horas, cubiertas de risas, de llantos, de besos.
Mi vida, retengo y reservo conmigo, el sueño que tengo.
Ardientes deseos y un amor ansioso, para ti, te dejo .
Te dejo mis manos, que apreté en silencio sin una palabra.
Aun lo recuerdo. Tu calor fogoso y un sentir inmenso,
nuestro amor secreto, que guardo en mi pecho. Atrevido,
arriesgado, fue ese encuentro bello, que viví a tu lado.
Te dejo esta vida, que ya no me alcanza, para descifrarme,
y decir mis ganas. Por un beso tuyo, un beso me alcanza.
Para ser feliz, cruzar las montañas, hablar con los ríos ,
corriendo a mis anchas, deseosa atrevida, solo eso alcanza.
Te dejo en mi tiempo, las horas que pasan. Te dejo en mi amor,
amor, mi ventana, que asoma a este mundo con tanta esperanza.
Pues este regalo, es don del Supremo, que siempre me mira ,
se asombra me habla, de este nuevo amor, que nació en mi alma.
Por eso hoy te digo, que importa quién habla, si solo de ti,
quiero una palabra, que agite mis venas, que rompa las trabas,
que importa te amo, ¿acaso te alcanza? Mi mirada absorta ,
buscando tu llama, para que me enciendas y nunca apagarla.
Te dejo vestigios, de pasión candente. Te dejo mis versos ,
de amor envolvente. Te dejo la lluvia que roza mis hombros,
para que decidas, lo que yo propongo. Que más puedo darte,
si todo ya sobra, ya nadie en el mundo, como yo te adora .
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