que iluminaron caricias, que mi esencia palpitaba.
Eras tú, no lo dudaba, cuando apretaba tus manos,
al sentir mi cuerpo helado , tiritando en tu presencia.
Amar es sentir la brisa, que acaricia lentamente,
es sentir sobre mi frente, tu calor abrazador.
Calidad, es la que suma, ante tanta identidad, yo sé
que siempre vendrás, aunque quieran separarnos.
Nuestro rincón es testigo que el sentimiento tan fuerte,
vivirá eternamente, dominando a la razón, sinónimo de
conjeturas, razonamiento, coraje y también de deducción,
pero antónimo por cierto, cuando despierta , el amor.
Amarte es sólo testigo, de esta locura ciega, que,
en instantes atropella y otras queda en letargo.
Pero eso sí, nunca amargo, sentiré quererte tanto,
porque he nacido del llanto, a la gran obcecación.
Si esto, se llama amor, repito miles de veces,
eres mi dueño al que doy, mi cariño sin dobleces,
despertaste en esta vida, una ilusión que perdida,
renació de las cenizas, para sola amarte a vos.