Presiento, más allá de mí, que estás a mi lado,
vaticino intrépidas ilusiones, instantes fugaces,
inmensas pasiones. Ambición, profundo deseo,
ardiente desvarío, locura innata, en mi devaneo.
Infinidad de silencios, que en murmullo hablan,
me dicen “te quiero”. Guardo entonces el secreto.
Acariciando mi rostro, complacido, satisfecho,
mi corazón emocionado, atina a decir “te espero”.
Pregunto es amar, amar, es vivir, como admirar,
este sentimiento inmenso, que me propina dolor,
que inserta desconcierto. Pero no puedo dejar,
no puedo. Mi razón ha sido invadida, por el amor.
Más allá de mí, del espacio grabado por fugaces
ardientes, estelas de energía, tu imagen dibuja,
enamorada, a la luna observadora fehaciente,
de suaves caricias, que pude sentir en la frente.
Todo este devenir de encuentros y desencuentros,
no mella la distancia que te acerca, día a día.
Pues, más allá de mí, estás en mí, como expresión
más honda de toda necesidad, viva en mi corazón.
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