que se encierra en mi pecho, con profunda decepción.
Tal vez, envidie por cierto, tu fría resolución, evitando
producir hace tiempo, un encuentro, entre los dos.
No sufro, engaño, ni fracaso, tampoco desilusión,
nadie decide, todo pasa, tal vez así debe suceder,
sin decirte muchas cosas, angustias de mi querer,
que confunde sentimientos, cuando vivo amándote.
Se confunden muchas veces mi cariño y el amor,
y mis códigos tienen claro, mi silencio, es el dolor,
que se interna en las pupilas, palpitando alrededor,
más, si lo quiere el destino, olvidaré esta ilusión.
En la vida, siempre, siempre, Dios nos compensará,
sólo pido olvidarte, ya no quiero sufrir más, es este
sueño tan loco, más que un sueño, que promete
una senda con vaivenes, precipicio y desniveles.
Hoy prometo olvidar, fantasmas que se aferraron
sin preguntar, ni saber, por qué sufrir un fracaso.
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