Estoy mirando tus ojos, aunque no pueda, ni quiera.
Te veo, aunque no estés, eres quien cierra mi puerta.
Me prohíbo amarte tanto, trato siempre de olvidarte,
pero surge el corazón, que sólo a ti, quiere amarte.
Muchos días que amanecen, me digo, ya no quererte,
siempre me surgen las dudas, tu amor no desaparece.
Entonces creyéndome Dios, repito debo probarlo,
algo extraño, no sé que , me prohíbe el intentarlo.
Qué es esto que se transforma, quizás en una obsesión.
Consulto todo a mi alma, me contesta, ¿qué sé yo?
Para torcer el destino, que de pronto despertó, pues
entre tu vida y mi vida, siempre existirá, este amor.
De repente, me doy cuenta, te pertenezco y te amo,
se bifurca en este mundo, mi camino, entre tus manos.
Quisiera me encontraras, sin pedirte, ni rogarte,
para que sólo te acerques, formando de mi vida parte.
Nada puede compararse, a mi sentir, como ahora,
tengo mi corazón en llamas, que por ti, vive y llora.
Dame un minuto tan sólo y verás cuánto se siente,
porque sentir es morada, para quién, siempre ama.
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