Antes de ti, no hubo nada. Se apagó la luz del sol,
cuánto frío en la mañana. Las nubes que perseguían
al sol, cubierto de agua, mi vida, cuando te fuiste,
lloraron en mis entrañas. Es que sin ti, no hay nada.
Antes de ti, el universo miraba, tantas estrellas partían,
mientras, el sol brillaba. La luna, fingía ser parte del
infinito y se escondió entre esas nubes, buscando
un fortuito alivio. Pues, nada había, nada antes de ti.
Antes de ti, mi silencio tan profundo como el Alma,
sólo pedía caricias, que recobraran mi calma. Antes,
sí, antes que hay, que hubo que habrá, nada. Sólo tú,
en todas mis madrugadas, me acarician y me hablan.
Antes de ti, me invadía la nostalgia, propia de mi ser,
que tanto, te busca y llama. Sombras, tenía mi cuerpo,
dibujos que asemejan a una hoja caída, cuando el viento
acecha. Antes de ti sólo nada, después de ti, todo cambia.
Antes de ti, la esperanza, moría en brazos cansados, que
me dejaban sin ansias. Después de ti, fue tu luz candente,
que iluminó cada espacio, de mi cuerpo y de mi mente.
Eres todo y más que todo, un sueño que me enternece .
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